Ciudad Guatemala

¿Cómo afectan nuestras emociones al dolor de espalda?


Una vida sin una buena salud emocional dará como resultado en gran medida dolor de espalda.

  24 septiembre, 2020 - 15:09 PM

En un mundo cada vez más convulsionado donde no tenemos suficiente tiempo para procesar toda la información que nos proporcionan nuestros sentidos, el saber controlar nuestras emociones resulta de vital importancia para mantener un equilibrio físico.

Para comprender de una mejor forma, debemos centrarnos en cómo trabajan las emociones en nuestro organismo, para luego referirnos a los efectos que puede causar, tales como en este caso: el dolor de espalda.

El cuerpo humano es una red maravillosa de vida, diseñada y programada por el cerebro. Según la 13 edición del libro Guyton Tratado de Fisiología Médica,  publicado en 2016, el área de la asociación límbica de la corteza cerebral, la cual se encuentra en el polo anterior del lóbulo temporal, está relacionada primordialmente en el comportamiento, las emociones y la motivación.  

El cerebro es una “maquina” emocional que puede beneficiar o destruir. (Foto: Pixabay)

¿Qúe es el dolor?

Ahora bien el dolor se define como aquella sensación de malestar, este puede ser agudo o sordo, constante o intermitente, pulsátil o estable. Según el libro Nuevo Manual Merck de Información Médica General publicado en 2010, las vías del dolor se inician en los receptores especiales que se encuentran repartidos por todo el cuerpo. Estos receptores transmiten la información en forma de impulsos eléctricos a lo largo de los nervios, hacia la médula espinal y hacia el cerebro.

Pero, ¿qué pasa cuando el dolor es causado por factores psicológicos que encadenan las emociones?

A ese dolor se le conoce como dolor psicógeno.

Dolor psicógeno  

Según el libro Nuevo Manual Merck de Información Médica General el dolor psicógeno está relacionado total o parcialmente con un trastorno psicológico.

Cuando las personas presentan dolor persistente con evidencia de trastornos psicológicos, sin que se encuentre una lesión física que pueda ser la causa del mismo, se puede entonces describir el dolor como dolor psicógeno.

El dolor de espalda por factores emocionales conlleva una extensa red nerviosa. (Foto: Pixabay)

Está es la explicación del porqué hay dolores que en muchas ocasiones no entendemos de dónde provienen, porque habitualmente olvidamos que nuestra salud emocional es fundamental para explicar el origen de muchos dolores.

Relación de las emociones con la espalda

Así como afirma el autor del libro Physiological Psychology, Wenger Jones y Jones “Casi todo el mundo piensa que sabe qué es una emoción hasta que intenta definirla. En ese momento prácticamente nadie afirma poder entenderla”. Las emociones son tan complejas que nunca nos ponemos a pensar en qué son capaces de hacer.

Por lo tanto, la espalda es una de las estructuras humanas con mayores receptores nerviosos, en ese tejido muscular recae la información emocional; por lo que sí existe mucha recepción nerviosa en esta zona hará que se manifieste el dolor.

  • La tristeza, la preocupación y el estrés

Emociones negativas que en ciertas circunstancias hemos experimentando, son la causa de el dolor de espalda que suele ser uno de los síntomas físicos más comunes en pacientes con depresión o ansiedad generalizada. Así, es más que común ver a personas pasar por todo un periplo de fisioterapeutas y especialistas en la columna vertebral sin hallar alivio, sin encontrar remedio a ese dolor recurrente de espalda. Hasta que, finalmente, reciben el diagnóstico acertado por parte de un psicólogo u otro profesional de la salud mental.

La acumulación gradual de emociones negativas son desencadenantes del dolor de espalda. (Foto:Pexels)

No podemos olvidar que el dolor es, por encima de todo, una experiencia neurológica transmitida por nuestro sistema nervioso. Así, en esos estados caracterizados por la angustia, el miedo, la decepción o el desánimo lo que hay en nuestro cerebro es un desequilibrio químico. Una irregularidad entre la seretonina y la norepinefrina genera, por ejemplo, un incremento en la percepción del dolor.

El doctor Benson Hoffman explica que casi el 80% de personas experimentaremos en alguna ocasión dolor lumbar. Se trata de la afección más común y qué vendría a demostrar cómo afectan las emociones a la espalda y, en concreto, cómo el sufrimiento emocional asociado a la tristeza o la decepción se localiza en esta área de nuestro cuerpo.

 

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