Ciudad Guatemala

Cómo selecciona sus frases el sitio “La gente anda diciendo” que tiene millones de seguidores en redes sociales


"Aunque lo niegues, ser youtuber nos va a sacar de la pobreza", le dice un niño de unos 6 años a su madre en la ciudad de Buenos Aires.

  11 septiembre, 2019 - 22:51 PM

En La Pampa, una provincia del centro de Argentina, un chico de unos 20 le confiesa a su amigo: “Qué depresión boludo, volví con mi ex”.

En Mendoza, un hombre en sus 40 le pide a su pareja: “No me faltés el respeto delante de los perros que me desautorizás”.

Todas esas frases están recopiladas en uno de los sitios latinoamericanos con más seguidores en redes sociales: “La gente anda diciendo”. Un fenómeno que nació el 8 de diciembre de 2011 en Argentina, en un bar que ya no existe del barrio porteño de Palermo.

“Era un día feriado y estábamos con Tatiana Goldman, que es mi amiga y socia en este proyecto, en un barcito de la calle Gurruchaga, y en la mesa de al lado había una parejita que hablaba de celos, sexo e infidelidades, y ahí nació la idea de hacer un libro que registrara la forma de hablar de la sociedad”.

Así lo recuerda Ezequiel Mandelbaum, uno de los dos creadores del sitio que tiene casi 9 millones de seguidores en Facebook, en diálogo con BBC Mundo en Cuenca, Ecuador, donde charló con estudiantes de Comunicación de la Universidad del Azuay.

Curiosamente, él y Tatiana salieron de aquel bar y se dieron cuenta de que habían olvidado todo el diálogo de la pareja de la mesa vecina, pero al pasar por la puerta de un taller de autos escucharon una conversación de dos mecánicos tomando mate.

“Y uno le decía al otro ‘eso es cobardía, no es otra cosa’. Ahí dijimos: esto es ‘La gente anda diciendo'”. Recopilar frases que, quizás sin saber el contexto o de qué se está hablando, te identifican o te interpelan“.

Ezequiel Mandelbaum

Ezequiel Mandelbaum
Ezequiel Mandelbaum conversó sobre cómo nació la idea de registrar lo que la gente decía.

Entonces, dedicaron nueve meses a escribir lo que la gente decía. La clave, recuerda Ezequiel, era anotar las frases en el momento, no esperar porque pasados unos minutos tendían a reescribirla, naturalmente, como ellos la hubieran dicho.

Otro elemento a tener en cuenta en la selección era capturar los pensamientos que reflejaran las costumbres y los hábitos de una época. Por eso abundan las frases que hablan del uso de las redes sociales, el amor por internet y los nuevos “oficios”, como el del niño que quiere ser youtuber.

El 22 de agosto de 2012, antes de aquel ansiado libro, lanzaron el sitio en Facebook con diez frases, acompañadas por un mínimo contexto (lugar de la escucha y edad y sexo de los interlocutores).

Invitaron a sus amigos a que siguieran la página, pero no invirtieron ni un centavo en promoción.

Horas después tenían 500 seguidores, al día siguiente 1.000, y luego una viralización que aún hoy los sorprende.

La gente colabora

Ezequiel había estudiado Filosofía y participado en talleres de escritura (su oficio es el de creativo publicitario). Tatiana trabajaba en ese entonces en temas de medio ambiente y hacía stand up (comedia).

Tenían un bagaje propicio para observar el comportamiento de los otros, pero no para volverse virales en el intento.

“Fue todo muy veloz y nos obligó a tomar decisiones intuitivas, porque no hay manual para estas cosas”, cuenta.

“Una chica que tenía una página muy conocida me dijo una vez que nadie te prepara para ser viral. ¿Qué haces cuando te siguen 100.000 personas? Una popularidad que tú no tienes en lo que haces habitualmente”.

Tatiana Goldman

Ezequiel Mandelbaum
Tatiana Goldman es la cofundadora del sitio.

El primer debate interno serio que tuvieron fue si debían aceptar las frases que sus seguidores comenzaron a enviarles a través de la red social.

La gente quería contarles lo que la gente andaba diciendo, pero ¿cómo saber si el material que les llegaba era real?

“Decidimos confiar en ellos y en nuestra intuición. Quizás se nos escapan frases que no son reales, pero la gente nos ayuda porque si ya han escuchado esa frase en una película, o algo así, lo comentan en el sitio y entonces nosotros la borramos”.

Al aceptar estas colaboraciones su página creció exponencialmente, nació aquel libro que habían soñado en una mesa de café y luego otro.

Su trabajo de escuchas se trocó por uno más de curaduría, de lectura, pero muy pronto la calle los volvió a llamar.

La gente anda diciendo dejó de ser un proyecto exclusivamente argentino y se convirtió en una idea latinoamericana, lo que no fue tan bien recibido por algunos de sus compatriotas.

Bucaramanga al rescate

“Entre el 2013-2014, hicimos este proyecto de “La gente anda diciendo” en Latinoamérica, que implicó viajes a algunos países para reproducir este formato”, recuerda Ezequiel.

“Volvimos a las calles, porque a mí me interesaba ver qué pasaba con mi oído argentino cuando escuchara otros lenguajes, otras formas de hablar”.

Frase sobre el desamor

Cortesía de “La gente anda diciendo”
Una de las frases provenientes de Bucaramanga, Colombia, ha sido una de las más populares del sitio

Viajaron entonces a Colombia, Chile y Ecuador. En Brasil algunos amigos los ayudaron con la traducción y llegaron también colaboraciones desde México.

“La recepción fue mixta. Hubo gente de otros países que estaba feliz pero muchos argentinos estaban furiosos. En un momento incluso quisieron hacernos una especie de revolución y llevarse la gente a otra página que llamaron La Gente Anda Diciendo Argentina”.

Pero una frase escuchada en Bucaramanga, Colombia —la sugerencia de una joven que pedía días de licencia por tener el corazón roto— se volvió una de las más populares del sitio.

Entonces, él y Tatiana sintieron que había sido buena idea abrir el juego a otros países.

“Al abrir la página a Latinoamérica a nosotros nos interesaba mostrar que, si bien hay modismos y expresiones diferentes, existe cierto lenguaje común como la frase sobre el corazón roto, con la que uno se puede identificar”, dice.

“Eso nos interesaba mostrar: la identificación dentro de lo diverso”.

Publicaciones virales

Ni Ezequiel ni Tatiana llevan un registro preciso de los post más leídos o compartidos, en parte porque el algoritmo cambia seguido de criterio y también porque hay frases que fueron publicadas en etapas tempranas, en que los seguidores eran miles, mientras que otras, más recientes, fueron leídas por millones.

Pero con los años han podido determinar que hay criterios que contribuyen al éxito de una publicación.

“Hay frases que tienen que ver con la identificación, una persona dice una frase que muchos hubieran querido decir o la dijeron de alguna forma, y la gente se siente representadas; el like(me gusta) o el compartido es una forma de decir que también piensan eso“, dice Ezequiel.

En esta categoría entra, según el creativo publicitario, la reflexión de una chica de casi 30 años que se esfuerza en no criticar a nadie, pero confiesa que “la gente no colabora” con sus buenas intenciones.

Otras frases tienen popularidad porque son buenos relatos: “Allí hay una identificación, pero también la semilla de una historia que no conocemos pero que funciona, sobre todo si se trata de una historia de amor, que es el tema más popular, no solo en nuestro sitio, sino en libros y en películas”.

Si la frase causa gracia al lector, también es muy posible que este la comparta.

El humor es una característica de casi todos los mensajes subidos al sitio, aunque el mensaje pueda reflejar una realidad triste o un contexto dramático.

En una publicación muy popular en el sitio, una mujer habla por teléfono, quizás con su padre, quizás con su madre, y le dice a su interlocutor que le han avisado del geriátrico que está usando el bastón para pegarle a la gente.

“A través del humor, traficas otra información, traficas una idea, un pensamiento, una reflexión, una observación sobre la realidad que quizás la gente no aceptaría si solo estuviera expresada desde un ángulo dramático, como en el caso de la frase que nos habla de lo que pasa con la vejez de los padres”, concluye Ezequiel.

El éxito

Con los años, el fenómeno de “La gente anda diciendo” llegó a sorprender incluso a los mismos encargados de las métricas en Facebook y a otros especialistas en redes sociales.

“Hemos escuchado en ocasiones que el posteo ideal tiene que tener una imagen, poco texto y un interrogante. Nosotros tenemos solo texto. Se habla de que hay que postear mucho, nosotros posteamos muy poco”, confiesa Ezequiel.

Su sistema de publicación es muy simple: una vez al día, de lunes a viernes, cada mediodía. Pero no está escrito en piedra. Mientras conversaba con BBC Mundo en Ecuador, él comprobó que en Argentina se había pasado la hora del mediodía y no había publicado nada.

“Quizás más tarde lo haga, pero si no posteo, no pasa nada”, responde, y añade que no existe una fórmula para tener éxito en el mundo digital.

Ezequiel Mandelbaum

BBC
El éxito del sitio en redes sociales se trasladó a dos libros, cumpliendo así el propósito inicial de la sociedad con Tatiana.

Este éxito hace que mucha gente les pregunte a Ezequiel y a Tatiana si no son millonarios, ya que con solo un dólar por seguidor tendrían casi 9 millones de dólares.

“No me molestaría para nada tener un dólar por seguidor, pero aclaro que no los tenemos. Pienso que todavía vivimos en sociedades donde el éxito está muy ligado al dinero y tampoco creo que ser exitoso sea tener 10 millones de seguidores. Ambas cosas serían muy superficiales”.

Entonces ¿dónde reside el éxito de un sitio en redes sociales tan popular?

Creo que el éxito en este proyecto está en que tuvimos una idea muy simple ese 8 de diciembre, una idea chiquita: un libro que recopile la forma de la hablar de la gente, y lo hicimos. Y eso es dificilísimo, porque todos tienen ideas todo el tiempo, pero no siempre las llevan a cabo”.

Por último, le preguntamos si tenía una frase preferida y aunque respondió que suele cambiar sus preferencias con el tiempo, hay una que no olvida, la primera enviada por uno de sus seguidores que él y Tatiana publicaron.

“Trataba de un hombre que le decía a su mujer ‘Marta, tenemos que comprar una Biblia'”, recuerda.

“Quizás no es la más graciosa, pero es muy natural y despierta muchas historias en la cabeza: ¿había que hacer un exorcismo?, ¿venían familiares lejanos que eran muy católicos?, ¿el gato se había comido la otra Biblia?”, se pregunta.

“Todo eso engloba lo que es ‘La gente anda diciendo'”.

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