Ciudad Guatemala

China toma medidas alarmantes para reducir las cesáreas


La comunidad médica ha indicado que este logro ha sido posible, en parte, a sanciones que no permiten que las mujeres elijan cómo dar a luz.

  13 abril, 2019 - 20:36 PM

Desde hace unos años, el número de cesáreas en el mundo ha aumentado exponencialmente: entre el 2000 y el 2015 se duplicaron. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un estudio con el que concluyó que el porcentaje de cesáreas no debería ser mayor al 15%. La cifra surge después de observar que esa intervención –abrir el abdomen de la madre para extraer al bebé­– podía prevenir la mortalidad materna o neonatal en el 10% de los casos.

El resto de césareas suelen ser innecesarias en términos médicos y, sin embargo, en Latinoamérica, el 40,5% de los nacimientos se dan de esta manera e incluso hay clínicas privadas en las que esté número asciende a 90% (de acuerdo con un estudio publicado en el 2016 y citado en el libro Parir de Ibone Olza).

En China la cifra llegó a ascender al 62% en ciertas regiones, de acuerdo con una serie de tres artículos publicados por la revista científica The Lancet. Esta cifra alertó a la OMS, que no tardó en llamar la atención de ese país por registrar una de las tasas de cesáreas más altas del planeta.

¿Por qué la OMS busca una reducción en el número de cesáreas?

“El embarazo y el parto son procesos normales, que ocurren de manera segura en la mayoría de los casos. Los grandes aumentos en el uso de la cesárea, en su mayoría en entornos más ricos para fines no médicos, son preocupantes debido a los riesgos asociados para las mujeres y los niños. Pueden crear complicaciones y efectos secundarios, por eso pedimos a profesionales de la salud, hospitales, mujeres y familias que solo intervengan de esta manera cuando sea médicamente necesario. En los casos con complicaciones, las cesáreas salvan vidas y debemos aumentar la accesibilidad en las regiones más pobres, pero no debemos usarlas en exceso”, apuntó en su momento la principal autora de los artículos publicados en The Lancet, Marleen Temmerman, directora del Centro de Excelencia en Salud de la Mujer y el Niño en la Universidad Aga Khan (Kenia).

El parto vaginal, contrario a ciertos mitos que se han propagado en el tiempo, es ideal para el bebé: ayuda a que expulse el agua que lleva en los pulmones e invade la vía aérea y el tracto gastrointestinal del niño de las bacterias de la vagina de la mamá, lo cual ayudará a que le den menos cólicos, a que coma mejor y a que su sistema inmune sea más fuerte.

 

El sorprendente caso de China

Una vez la OMS les llamó la atención, China se puso las pilas y ha sido el único país que ha registrado una disminución importante en el número de cesáreas.

Parte de este éxito se debe a una inversión importante en la atención al embarazo y el parto y al incremento de la cultura del “bienestar” entre la clase media de las ciudades chinas. Pero lo que ha sido realmente clave han sido las medidas punitivas, que han llevado a que las mujeres no puedan elegir cómo dar a luz.

“¿Por qué dices esto ahora cuando estás teniendo contracciones? Tu cérvix ya se ha dilatado cuatro centímetros. Una cesárea sería mala para ti y para el bebé… No puedes hacerte una”, le dice una enfermera a una madre que ruega que le hagan una cesárea, según quedó registrado en un estudio de 2016 de la Universidad de Pensilvania hecho por la investigadora Eileen Wang y citado en BBC Mundo.

Todo empezó a cambiar cuando el la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar determinó que reducir la tasa de cesáreas era una prioridad nacional dentro de su plan de 10 años, después de que un informe de la OMS la situara en un promedio del 46%.

Desde ese momento, han implementado clases obligatorias de parto natural y amamantamiento, y capacitación para que los médicos refuercen sus habilidades obstétricas. Además, algunos hospitales ahora ofrecen terapias alternativas para controlar el dolor de las madres, como yoga, meditación y música.

Todo esto suena bien. El asunto se enreda cuando el Estado empieza a multar a los hospitales que presentan tasas altas y que no logran los objetivos impuestos. Las sanciones incluyen la anulación de las licencias de los hospitales. En 2012, a los hospitales con tasas de cesáreas altas en la provincia de Hubei se les dijo que serían cerrados y “reformados”.

Con información de: El Espectador
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